Molino de marea y playa de Río Castro, Limodre. Fene. A Coruña.
“When the evening falls and the daylight is fading…” así empieza una de mis canciones preferidas de esa creadora de sueños que es Enya y de esta manera podemos describir el precioso paseo que me di una soleada tarde de invierno por las ruinas de un viejo molino de mareas y solitarias calas orientadas al poniente.
Empezamos nuestra ruta partiendo de Pontedeume en dirección Ferrol por la N651, tras pasar el núcleo de Cabanas, a la izquierda tomaremos la AC122 Ares-Mugardos. Tras recorrer dos kilómetros llegaremos al núcleo de Cotillón , ahí veremos la señal de playas en una pista que desciende en diagonal a la carretera.
Seguimos durante un kilómetro aproximadamente hasta llegar al bar El Emigrante. Ahí podemos dejar el coche y veremos el acceso a una playa Amieira. Una cala de unos 150 metros de arena fina aguas tranquilas con servicio de duchas que invitan a un placentero baño mientras disfrutamos de la puesta de sol.
Os recomiendo seguir andando menos de 30 metros después del bar y veremos un pequeño riachuelo. A la derecha un camino por una vereda arbolada y como dice el refrán, los arboles no dejan ver el bosque, veremos un pequeño tesoro.
Donde se juntan las dulces aguas del rio Castro y saladas de la ría veremos los restos de una molino de mareas que aprovechaba la energía del rio y de las mareas para moler el trigo de los ricos y el maíz de los pobres.
Apenas quedan más que dos paredes en pie en una preciosa cala llena de piedras, arena y conchas bordeadas de árboles. Un lugar mágico al atardecer donde podríamos poner como banda sonora a Enya para relajarnos y hacer volar nuestra alma para alejarnos de las preocupaciones y encontrar un poco de paz.
Una vez hechas las paces con nosotros mismos y con el mundo podemos volver por donde vinimos y a unos 400 metros veremos una carretera a la izquierda con una señal de ruta circular. Tras avanzar otros cientos de metros veremos un camino por el medio de unos eucaliptos y una señal de playa, desconozco su nombre.(Edito: Un amable lector me ha informado que es la playa de Coido). Tras descender nos encontraremos con una playita lineal que con marea alta queda reducida a su mínima expresión con unas hermosas vistas a la puesta de sol y a la televisiva Redes.
Volvemos a la anterior carretera hasta llegar a un cruce y ahí bajamos hasta la etapa final, la playa del Río Sandeo. Dispone de un pequeño aparcamiento y nos encontramos con una playa de unos 200 metros de arena fina y como todas las de esta zona de aguas calmas y por lo general buena temperatura. Seguimos viendo la preciosa Redes y al otro lado la populosa Sada das Mariñas, y si el día está claro hasta la central térmica de Meirama, que está a más de 30 kilómetros.
Ahí acaba esta pequeña ruta que os recomiendo hacer a la puesta de sol ya que el juego de luces que veréis son preciosas lo que unido a lo bucólico de los paisajes os harán disfrutar de una gran tarde. Si disponéis de más tiempo os recomiendo hacer la Ruta Ártabra, o acercaros a Redes, o un paseo nocturno por el Pontedeume medieval y tomar un chocolate con churros para calentar el cuerpo.
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