El Pantano, Abegondo
El domingo pasado bautizamos a mi ahijada ( es la cosa mas linda del mundo ) y sus padres tuvieron el detalle de invitarnos a un agapé en un local clásico en la comarca para las BBC (bodas, bautizos y comuniones). El Pantano, situado a orillas del pantano de Cecebre. Tras recorrer una carretera estrecha y muy sinuosa entre casas llegamos al restaurante. Dispone de amplios aparcamientos debido a su gran capacidad. El local presenta una factura moderna con diversos comedores distribuidos alrededor del cuerpo central del local.Este es comedor donde se celebro el evento. Una especie de estructura de aluminio acristalada y acondicionada. En este caso dispusieron una mesa corrida para todos los comensales. El servicio era de vajilla de Sargadelos y cuberteria Cruz de Malta.Para comenzar la celebración nos sirvieron una serie de pinchos variados, empanada, croquetas, melon con jamon, mini sandwiches, queso y unas originales tostas con queso del pais caliente con una anchoa encima. Una vez sentados a la mesa empezamos con unas deliciosas cigalas a la plancha. Las cuales venian calentitas no como en otros restaurantes especializados en celebraciones que a veces te llegan frias a la mesa. La vianda era de calidad y con una textura jugosa. El buen sabor de las cigalas derivo en un mano a mano muy bonito con mis compañeros Maria y Manuel a ver cuantas cigalas comiamos. Al final hubo un justo empate. Tras el envite y repetir generosamente las cigalas llego el entrecot con salsa de champiñones. Aqui el cocinero tuvo un despiste. Mi entrecot estaba bien cocinado y la calidad de la carne era correcta pero de sal iba muy cargado. A mis socios les paso lo siguiente, a Maria de sal iba fuerte pero no tanto como el mio y el de Manuel estaba sin arena de sal. El de Manuel lo corregimos al pedir sal Maldon. Os lo recomiendo este tipo de sal para la carne ya que viene en finas escamas que se derriten como si fueran hielo sobre la carne. Con lo cual logramos que la carne tome un gusto salado con una cantidad minima de sal. Se pidio otro entrecot que entre Manuel y yo dimos cuenta de el a la aparceria el cual si ya estaba correcto. Postres..mmm. En primer lugar señalar el bonito detalle de exponer la tarta sobre una cunita y un bonito osito de peluche.Ya en el plato saboreamos un delicioso tiramisu, francamente de los mejores que he probado, acompañado de dos bolas de helado de frutas del bosque y kiwi sobre una tulipa de galleta recubierta de chocolate. El helado tambien era muy rico y acompañaba muy bien la tarta. Como unico pero la tulipa era mas aparente que sabrosa y la deje en el plato. Adornaba todo el conjunto unas originales neulas de chocolate blanco y negro. Acabados los postres sirvieron el reglamentario cafe con los los correspondientes chupitos de orujo, tostada, licor cafe y crema.
El vino que nos sirvieron fue un sorprendente Ribeiro Pazos de Ulloa de Vitivinicola del Ribeiro y un Rioja crianza Solar Viejo que potencio el sabor de la carne.
En resumen un clásico restaurante para celebraciones que nunca decepciona. Y si añadimos lo entrañable de la celebración y la compañia fue una velada perfecta.
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