Furancho O Quirofano, Outeiro. Meaño
Hoy quiero descubriros una de las tradiciones tabernarias mas arraigadas en las Rias Baixas, los furanchos. ¿ Que es un furancho? En los años que la cosecha de vino era buena los particulares vendian en las bodegas de sus casas los excedentes entre los vecinos con un pincho de acompañamiento. Estas tabernas alegales fueron evolucionando hasta convertirse en restaurantes donde tomar buen vino casero y unas raciones a precios muy asequibles. Desde este año la Xunta regula la actividad de los furanchos limitando su actividad solo a vender vino de la propiedad y a ofrecer un numero muy limitado de platos (tortilla, raxo, zorza, chorizo y poco mas). Dichas tabernas se encuentran en casas particulares en las cuales los paisanos han habilitado un galpon o una bodega con las minimas comodidades para ejercer la actividad. En muchos de ellos tienen mesas al aire libre o bajo las parras lo cual le da un encanto mayor al lugar.
Quiero relataros mi experiencia en un tipico furancho, O Quirofano, llamado asi ya que es frecuentado por médicos lo cual ya es un buen indicio. ¿ Como llegar? Complicado de explicar. Tras recorrer una serie de carreterillas cruces y demas llegamos al lugar. Para simplificar os doy las coordenadas y acabamos antes, 42º47´N 8º77´W, para que os hagais una idea desde Cambados en direccion O Grove tardareis unos 10 minutos.Como la mayoria de los furanchos veremos un pequeño cartel que nos indica que estamos ante un furancho y entramos en el patio de la casa dodne veremos que tiene un pequeño galpon con mesas y una barra para tomar los vinos. Como hacia un dia precioso decidimos comer fuera en unas mesas de piedra a la sombra del horreo.La vista algo oculta por un pequeño limonero era preciosa, divisandose al fondo Cambados, la Isla de Arousa y la serenidad del Mar de Arousa.Con mas detalleUna panoramica desde la carretera de acceso.Tras sentarnos nos trajeron una jarra de albariño casero con una tapa de fabada. El pan estaba muy bueno, siendo de corteza dura pero miga suave al paladar y esponjosa al tacto.Para comer la carta debido a las restricciones de la Xunta era escasa pero cumplia de sobras, raxo, tortilla, zorza y huevos fritos con chorizo y patatas. Como somos valientes y no nos asustan los daños colaterales pedimos una de zorza con patatas. La zorza estaba rica y apenas nos repitio, cosa que agradecimos cuando volviamos en el coche.Seguimos con una deliciosa tortilla de huevos y patatas de la casa, nada de huevina.Lamentablemente no les permiten, al menos oficialmente, servir postres y nos tuvimos que conformar como fin de fiesta con el reglamentario cafe de pota acompañado de una deliciosa caña tostada fresquita que degustamos mientras arreglabamos el mundo en tan placentero marco.
Y os preguntareis ¿cuanto costo esto? Pues 26€ tres personas…
Si andais por las Rias Baixas, especialmente por la zona del Salnes, preguntad a cualquier paisano por los furanchos. No os decepcionara, es un tradición de la zona que os invito a conocer. Tomareis buen vino de cosechero con unas sencillas pero sabrosas tapas caseras y con un poco de suerte puede haber algunos parroquianos entonado canciones tabernarias, si cantan bien es buena suerte y si cantan mal…pues cambiar de furancho.
Gracias por vuestra atención y disfrutadlo.
Deja una respuesta