O Pote, Piloño. Vila de Cruces.
Habia llegado a oidos del club michelines que habia un restaurante por Vila de Cruces que era digno de visitar. Y ni cortos ni perezosos decidimos ir al centro de Galicia a comprobarlo con la colaboración como «guest star» al evento de Manolo. Tras un periplo por diversas pistas y carreteras de tercera por cortesia del Tom tom aunque en descargo del dichoso navegador hay que decir que nos llevo por preciosos paisajes en los que hacia tiempo que no pasaba un coche.
El local se encuentra a la entrada del nucleo de Piloño y es una casa de varias plantas. En el bajo se encuentra habilitado un encantador local de toques rusticos donde predomina la piedra y los elementos tradicionales.
Tras nuestro azaroso viaje de ida por esas rutas olvidadas de la mano de Dios pero no del puñetero Tom tom tomamos un vino que se acompaño con una rica tapa de callos.
Por casualidad se celebraba en Vila de Cruces la feria del Galo de Corral y el restaurante ofrecia un suculento menú por 27€.Empezamos la pitanza con una jugosa empanada de gallo de corral. La masa era hojaldrada, personalmente me gustan asi, con el relleno tipico de cebolla pero sin exceso y como novedad setas. A veces se usa cebolla roja en las empanadas o esta poco pasada con lo cual hace una empanada de digestión dificil, no era el caso. La definicion seria jugosa y de suave sabor.Habia en la mesa unas terrinas de pate de gallo tambien con unas tostas para untar. Un pate muy cremoso y con un sabor de lo mas agradable. Las tostas y medio pan se fueron en untar dicho manjar. Por cierto el pan segun aseguro nuestro experto en la mesa estab muy bueno. Era un pequeño bollo de corteza amarillenta y miga esponjosa.Seguimos con unas sorprendentes luras «a feira», segun nos explico la simpatica Maribel todo el mundo hace el pulpo asi, pues nosotros ofrecemos algo distinto . La lura es de buen tamaño y se presenta en rodajas sobre una cama de cachelos con su piel, espolvoreado con pimenton y aceite. Una mención para las patatas que estaban deliciosas.Para finalizar los entrantes , llegaron unos pimientos de piquillo rellenos tambien de carne de gallo y hortalizas. La bechamel era de sabor suave y muy agradable con tropezones de hortalizas el acompañamiento entre los que destacaba el calabacin. Deliciosos.Y llegamos al plato fuerte, los compañeros se tomaron unas generosas raciones de galo de corral estofado, como bien dijo Maribel «a fartar». Si era autentico gallo de corral, de carne oscura con unas ricas patatas de guarnicion. La carne se deshacia con presionar levemente con el tenedor y todos los compañeros de mantel le dieron un sobresaliente al plato. Por cierto se sirvieron dos fuentes como esas para mis cuatro socios.El gallo yo no lo probe, ya que no soy fan del gallo (mania personal mia), solo de los que cria mi querida tia Carmen que son una autentica obra de arte. Con todos mis respetos a este delicioso manjar. Maribel me sugirio que probase su chuleton y francamente, le estoy muy agradecido. Me trajo un hermoso chuleton ya fileteado para que terminase de hacer a mi gusto sobre una plancha. El fileteado era fino y la carne de altisima calidad. Ya venia ligeramente salado y no necesite añadirle más aunque me sirvieron como mandan los canones un cuenco de sal maldon para que lo terminase de sazonar a mi gusto.Aqui podeis ver como quedaba la carne una vez pasada por la plancha y la hermosa patata cocida de acompañamiento.De postres nos sirvieron una tarta de queso al horno con nata y mermelada de fresas. La nata y las mermeladas se notaban que eran caseras, aunque la tarta sin estar mal tampoco me parecio extraordinaria. Si me gusto muchisimo mas una refrescante crema de limon con con una mouse de castañas. Con el toque juste de la acidez del limon y sin ser empalagosamente dulce. Muy rica y digestiva.Por supuesto finalizamos con los reglamentarios cafes de pota servidos en cuncas de barro y desde una antigua cafetera. Con los digestivos habituales de licor cafe, aguardiente blanca y caña de hierbas.El vino que rego esta divertidisima comida fue un Ribera del Duero, una botella Magnum (nada que ver con Tom Selleck) de Ebano 6. Es un vino con una crianza reducida de solo cuatro meses, en nariz con intensidad moderada, muy fresco en boca y de agradable paladar. Perfecto para los platos de este opiparo banquete.
Comimos calidad y cantidad de comida, de hecho bordeamos el empacho, en un agradable restaurante y con un servicio muy atento y profesional. Como detalle les preguntamos como llegar a las Fervenzas del Toxa y nos dieron todo tipo de de explicaciones incluido un croquis para llegar.
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