Furancho O Lar de Outeiro, Cobas. Meaño.
Este fin de semana tropical hice una incursión por las Rias Baixas y por supuesto fui a un furancho que no conocia y me encanto, O Lar de Outeiro en Cobas. Para los que no los conozcais, un furancho es local habilitado en las casas particulares para vender los excedentes de la cosecha de vino acompañados de algo para picar. Por la propia simpleza del concepto no espereis platos de elaboraciones complicadas ni un maitre en la puerta, ese tambien es parte de su encanto.
El Lar de Outeiro es una casa con un pequeño jardin que posee un emparrado bajo el cual podemos comer o en un pequeño galpon si nos apetece comer bajo techo. Si hace bueno la eleccion es obvia. Ojo el emparrado da algo de sombra pero aun pasa el sol, tened cuidado por que os podeis quemar si estais en alguna zona que no cubra bien la parra.
Al estar situado en un alto nos obsequiara con unas preciosas vista al «Mar de Arousa» viendo sin dificultad las playas de la isla de Arousa y Cambados ante un mar de parras de albariño. Si os fijais podreis ver los restos la Torre de San Sadurniño en Cambados.
La carta del local es muy sencilla con platos tradicionales donde prima la calidad del producto. A veces nos pueden sorprender con algun manjar de fuera de carta como almejas, navajas o similares.
Para empezar nos decidimos por unos riquisimos calamares a la plancha (8€) con sus patatas. El calamar tenia ese toque justo de ahumado que te dejaba un regusto muy bueno en la boca. La calidad del cefalopodo era extraordinaria, fresco y de un tamaño bueno. Quiero señalar que ademas estaban limpios por dentro. No me gusta encontrarme su «esqueleto» por dentro.
Tomamos luego una tortillita (8€) que te la preparan al gusto, la pedimos con chorizo. Una tortilla generosa con huevo casero y cuajadita.
El lomo de cerdo con patatas nos sorprendio a todos por su frescura y delicado sabor. En la carta lo vereis como raxo pero no esta troceado al uso sino en finos filetes. E insistimos en lo buenas que estaban las patatas.
Los clásicos pimientos de Padrón (4€) con su sal gorda.
La richada (10€) que consiste en carne de ternera troceada, frita con pimientos y patatas es un plato muy recomendable. La carne era fresca y tenia un toque como a barbacoa que le quedaba muy bien.
Fuera de carta habia unas almejas en una salsa a base de aceite de oliva virgen y un toque de limón que estaban muy buenas. Las viandas eran de tamaño grande y no habia cascaras vacias. De la salsa dimos buena cuenta con el rico pan que acompañaba a estos manjares. Como unico defecto si habia algunas almejas con arena.
De postre habia desde el postre gallego por antonomasia, queso con membrillo a tarta helada. Nos pedimos la tipica «contesa» con una sorprendente decoracion para ser un furancho. Venia en dos trozos artisticamente dispuestos con adornos de nata y una cereza.
Por supuesto a la sobremesa nos deleitamos con los reglamentarios cafes de pota y unos chupitos helados de aguardiente tostada de la que dimos buena cuenta.
Todos estos manjares fueron regados con un albariño de la casa servido en una jarra helada. El vino era suave y con un toque frutal muy agradable.
Un sitio muy encantador con unas vistas preciosas donde podreis comer a unos precios razonables productos de la zona de primera calidad.
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