O Bacelo de Mari, Meaño. Pontevedra.
Os traigo una nueva crónica de los cazadores de furanchos en O Salnés. En lugar de aldea de Abaixo en Meaño encontramos un buen lugar donde tomar unos buenos albariños caseros y comida casera a un precio muy razonable. ¿Como llegar? A ver como lo explicamos…por que para ser sinceros lo encontramos de casualidad pisteando por la zona. Si salimos de la AG41 en la salida 7 de Cambados (la segunda salida hacia Cambados viniendo desde Vilagarcia), luego cogemos la VG 4.2 durante unos cientos de metros hasta la rotonda, y ahí tomamos la última salida, señalizada como carretera hacia O Grove, Dena. Se divisa una casa con forma de torreón forrada de conchas de vieira. Tras recorrer un par de kilómetros, en el segundo desvío a la izquierda hacia Cobas. Se encuentra en una curva, como referencia antes de llegar al desvío hay un almacén de distribución de Coca Cola. Tras recorrer unos cientos de metros lo veremos a mano derecha.
El local es un antiguo galpón que pertenecía al abuelo de la propietaria que era carpintero. Por dentro está totalmente arreglado e impoluto. En el exterior nos encontramos con un pequeño parking bajo las parras y también una serie de mesas de piedra donde comer si el tiempo lo permite.
La carta depende un poco del mercado pero podemos citar como especialidades Orella a Feira, cordero, Calamares, Capón por encargo, Richada, Zorza entre otras. Primero pedimos unos vinos servidos en “cunca”y jarra que nos sirvieron con un generoso pincho de empanada (2.40€). El vino, el típico albariño de cosechero, frutal, fresco y poco acido.
Cuando llego la hora de comer nos decidimos por unos calamares (8€). El calamar era de primera calidad y la ración muy generosa como podéis ver en la foto. Cortados en anillas, ligeramente rebozados, y con los tentáculos. Nada de anillas de pota del capitán Pescanova, el quebrado. Estaban poco salados lo cual personalmente agradezco.
De segundo tomamos por recomendación de la cocinera un espectacular cordero (10€) acompañado de patatas doradas y pimientos rojos. El cordero se deshacía con el tenedor y con un sabor muy bueno. Recomiendo que pidáis este plato, además es una de las señas de identidad de este local. Es raro encontrarlo en los furanchos.
En los postres un rico flan de huevo casero (2€) con nata. Había otros como tarta helada, piña en almíbar y similares.
Tomamos los reglamentarios cafés (1€), aunque no había de pota y unos chupitos de tostada que estaba fuerte pero era muy buena. Javi, el otro propietario luego nos ofreció un sorprendente licor de kiwi casero que estaba muy rico.
El pan era de tipo barra de leña, correcto sin más. El vino como comentábamos al principio muy bueno, y con precio de 6€ la jarra de 0.75 litros.
Un furancho que os recomiendo visitar para disfrutar de comida casera, mención al cordero, y buen vino albariño. Espero volver y disfrutar a la sombra de la parra en el verano.
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