Muiño do Vento, Magalofes. Fene. A Coruña.
Mis buenos amigos Laura y Juan tuvieron el detalle de invitarme a comer y para ello fuimos a uno de mis “básicos” para que lo conocieran, O Muiño do Vento. Situado en el núcleo de Magalofes en pleno Ferrolterra.
Desde fuera aparente un típico chalet en cuyos bajos hay un restaurante y que dispone de un amplio aparcamiento. A la entrada dispone de un pequeño bar en el que predomina la madera y un pequeño comedor a la derecha. Luego tras para un corredor con los baños, mención especial de estos últimos por su limpieza y por tener “amenities” como cepillos dentales a disposición de los clientes, llegamos a un cálido comedor no muy grande y que lamentablemente no posee vistas, aunque quien las necesita con lo que vendría después.
La carta se centra principalmente en cocina tradicional gallega donde los productos estrellas son los pescados y mariscos sin grandes ceremonias, donde prima la calidad del producto y los sabores tradicionales. Al principio nos explicaron con todo lujo de detalles la carta y respondieron a nuestras preguntas con gran amabilidad.
Para empezar a abrir boca decidimos compartir una serie de platos, empezando por una de las grandes especialidades de la casa, las Almejas a la plancha. Las fotos lo dicen todo, fijaos en el tamaño de la vianda. Las almejas estaban sin arena y con una preparación a base de aceite de oliva y un poco de limón quedando una salsa deliciosa que rebañamos con gusto. De las mejores almejas que he probado.
Fuera de carta había unos Chocos de la ría en guiso con patatas fritas que también tomamos para compartir. El choco también muy limpio y con un sabor extraordinario. La forma de deshacerse no hacía más que evidenciar la calidad del producto. Y la salsa deliciosa con un puntito muy leve picante…hubo que pedir más pan para rebañar.
Llegamos a los platos fuertes, empezamos por un Bacalao al Horno, otra especialidad de la casa. En su punto justo de sal, con una jugosa guarnición y que se deshacía en finas laminas. Lo sirvieron en una fuente de barro y posteriormente lo emplatamos para más comodidad a la hora de comerlo.
Un Sanmartiño a la gallega con una pinta espectacular y con mejor sabor, no puedo más que remitirme a las fotos.
Y el que suscribe ya que estaban en las jornadas del Bonito, ¿adivinad lo que pedí? Pues un delicioso bonito a la plancha. Una buena rodaja con el punto optimo de plancha para que no se hiciese seco, acompañado por una refrescante salsa casera de tomate para darle un toque de frescura al bonito. Solo lo manche un poquito para poder disfrutar en la boca de la sinfonía de sabores cuando se juntan tierra y mar, tomate y bonito. La salsa con buen criterio la sirven a parte para que cada uno la distribuya a su gusto.
Postres, mmm…¡ricos! Empezamos con helado casero de cítricos con una teja de almendra, muy bueno.
Una sorprendente milhoja de plátano, a base de capas de pasta y crema de plátano con sabor a ¡plátano ! Cuántas veces hemos tomado cosas con sabor a plátano que sabían a todo menos a plátano, este no era el caso. Esa untuosidad del plátano estaba muy presente.
Y el goloso mayor del reino tomo uno de los postres estrella, Mousse de queso con una teja de almendra y decorada con miel. Deliciosa, una textura perfecta en boca que luego dejaba unos aromas muy refrescante s con ese toque dulce de la miel. Podemos definirlo como una evolución del queso fresco con miel.
La bodega del local es muy buena con amplias referencias de todas las D.O. importantes. En este caso nos decidimos por un clásico modelo de Joaquín Rebolledo de la D.O. Valdeorras. Un compañero perfecto para los platos que escogimos.
El pan como os comentaba tuvimos que pedir más raciones para mojar de lo buenas que estaban las salsas y el propio pan. Como a mí me gusta, corteza tostada y miga esponjosa.
Acabamos la velada hablando de lo divino y lo humano, en la pequeña terraza cubierta desde la que se pueden ver bonitas vistas de la Ría de Ferrol mientras dábamos cuenta de los reglamentarios cafés de pota (aquí si lo tienen) y los digestivos de acompañamiento como mandan los cánones de toda comida con buenos amigos.
Debido a un pequeño problema técnico no puedo poneros los precios de los platos pero si puedo deciros que la factura no sobrepaso los 40€ por comensal. Teniendo en cuenta la calidad del producto y la amabilidad del servicio no creo que sea nada desorbitado.
Como dicen las blogueras de moda, ya os he presentado uno de mis “básicos” imprescindibles. Os lo recomiendo si queréis disfrutar de buen pescado y marisco por Ferrolterra, y esas almejas, nadie debería dejar de probarlas.
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