Restaurante Río Sil, Carballo. A Coruña.
Era el ultimo día de campaña electoral y había múltiples propuestas por ver quien regia nuestros destinos y como somos gente con una gran conciencia cívica decidimos valorar una de las propuestas electorales más interesantes que se presentan por Carballo, el Río Sil. El cartel electoral desde luego es impactante con promesas de hondo calado social.
Vamos con la sede electoral, en la entrada hay el típico bar y al fondo un espacioso comedor que el día de coches…digo de autos se encontraba abarrotado con diversas cenas. En la pared del fondo hay una estupenda bodega y también vemos tras un cristal la parrilla donde el maestro cocina su programa electoral.
Analicemos su programa punto por punto. Cocina gallega sin experimentos y un protagonista indudable, la carne.
Como medida extraordinaria nos proponían diversas reses en sus jornadas de exaltación de la carne gallega. Marcos, con mucha amabilidad y profesionalidad nos comento las bondades de cada una de las carnes y nos hizo sus sugerencias.
Nos trajo mientras esperamos los platos, que se demoraron un poquito más de lo recomendable pero disculpable debido al lleno del local, un rico plato de lomo ibérico. Os lo confieso, al principio tenía mis dudas sobre la solvencia de la cocina debido a la paliza que les estaban dando pero afortunadamente mis temores eran infundados.
Su primera propuesta electoral fueron unas zamburiñas de Cambados (12€), en la foto hay dos raciones. Este plato nos dejo una pequeña sensación agridulce y os explico por que, las zamburiñas eran de muy buena calidad y estaban cocinadas en su punto. Regadas con un extraordinario aceite de oliva y ese fue su problema. El aceite era tan bueno y potente que solapa el delicado sabor de la zamburiña, eso no quito para que disfrutáramos mojando el pan en la salsa. Me recordó al bien intencionado político con muy buenas ideas pero por un pequeño fallo de ejecución no desarrolla todo su potencial. El plato no estaba malo, ni mucho menos pero podía haber dado mucho más de si vista la calidad de la zamburiña y su punto de plancha.
Ahora vamos con una de las estrellas de su programa electoral, siguiendo los consejos de Marcos nos decidimos por el chuleta de vaca summun de Galicia (42€/kg). Era una res de once años de edad criada con mimo en la orensana localidad de Rairiz de Veiga, con un peso de 480 kilos y madurada en cámara durante 70 días.
El chuleton venia canteado y fileteado para que los finalizaramos nosotros a nuestro gusto sobre una piedra caliente por un hornillo en su propio grasa. Por supuesto acompañado de sal Maldón normal y ahumada. Solo puedo usar un palabra, extraordinaria. Fue ademas opinión unánime de la mesa. Nos levantamos a aplaudir cual hooligan de político en un momento populista.
Como guarnición nos sugirio unos ricos pimientos asados de Oimbra (5€) y unas patatas correctas sin más. Los pimientos tenían el toque suave del asado potenciado por su salsa, muy delicados y no repitieron a posteiori.
Las disposiciones adicionales a su programa electoral gastronómico consistían en unos postres con dos caras, unos ricos helados artesanos o bien unas postres de corte mas tradicional, algunos caseros.
Se pidio un rico helado de pistacho de Bronté (3,50€), región siciliana famosa por esto ricos frutos secos, y como se aprecia en la foto con trozos de pistachos de verdad.
El rico coulant de chocolate (3,50€) que hizo las delicias de sus afortunados beneficiarios.
Y por ultimo una ricas cañas fritas rellenas de crema pastelera (3,50€) también regado con chocolate caliente.
Hablemos de vino… el local tiene una carta amplia y con referencias de mucha calidad. No me refiero a los poderosos clásicos si no a pequeños tesoros de otras bodegas y con mucha calidad. Ahí cuando vi un tinto de la D.O. Toro que habíamos descubierto hace unos años cuando visitamos esa tierra de vinos se nos abrieron los ojos como platos tal cual parados cuando les prometen el pleno empleo, un excepcional Novellum de la Bodeja Reja Dorada. Pedimos una Mágnum (30€) que nos hizo llorar de alegría a quienes lo conocíamos y disfrutar todavía mas de la comida a quienes lo estaban descubriendo de nuevo. Un vino suave, con toques de madera por su crianza de 12 meses y que enamora por retrogusto que deja en el paladar. Perfecto para una carne de tanta calidad. Detalle de calidad, nos decantaron el vino como mandan los cánones en este tipo de caldos.
El pan (0,50€) era bollo del país que quizás al mediodía estaba un poco mejor, sin estar mal ya estaba perdiendo un poco de frescura.
Si tenían mi reivindicado, Alberto Zampón te incluyo, nuestro reivindicado café de pota que fue transformado en café zaragozano con la inclusión de unas “jotas”. Los cafés fueron invitación de la casa.
El Río Sil con su propuesta electoral desde luego tiene mi voto, su programa es interesante y cumple lo que promete. Se nota que les gusta lo que hacen y lo intentan hacer bien, excelente carne y gran bodega. Y ya que estamos también en noche de Eurovisión… Río Sil, four points, Rio Sil quatre points.
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