San Francisco, Malpica. A Coruña.
Os voy a hablar de San Francisco, pero no soy Scott Mckenzie ni voy a cantaros como él de las bondades de la perla de la costa oeste de los useños, si no de un restaurante situado en la villa de Malpica de donde era uno de los fundadores de la ciudad del Golden Gate y Alcatraz.
En esta villa de a Costa da Morte y con unas bonitas vistas a las isla Sisargas si tenemos un poco de suerte con la mesa esta este restaurante especializado, no podia ser de otra forma, en pescados y mariscos de la zona. El local es sencillo pero acogedor para mi gusto, tonos azulados y tierra con motivos marineros.
La carta es sencilla principalmente a base de productos de la pesca, no en vano estamos en Malpica. Como veis son preparaciones sencillas y de cocina tradicional gallega. Soy de la opinión que cuando hablamos de un pescado de calidad no hace falta disfrazarlo mucho, una plancha o una caldeirada nos deleitaran con todo su sabor a mar.
Hacia un precioso día de sol después de mucho tiempo de frio y lluvia y para celebrarlo que mejor que unos elegantes mariscos tan seductores como unas navajas a la plancha y unas almejas a la marinera. ¿ No os saben a verano?
Las navajas (12€ ) las pedimos a la plancha que es una de las preparaciones que mas nos gustan. La vianda de un tamaño razonable y bastante limpias de arenas. No muy pasadas, prefiero que se queden cortas de fuego ni sabían al quemado de la plancha, fallo muy común por estos lares. La foto es de dos raciones.
Las almejas (13€) nos ofrecieron tomarlas a la plancha o marinera y decidimos esta ultima preparación Tamaño correcto del molusco y todas las conchas llenas y limpias de arenas en una rica salsa con base de tomate. En la foto que acompaña veis dos raciones.
En los platos principales, tras explicarnos que nos les quedaba rodaballo nos decidimos por dos platos muy sugerentes. En primer lugar una caldeirada que bine podía ser del pescado que quisieramos o bien una que ya tenia hecha. Al final dos de mis compañeros decidieron probar el San Martiño en caldeirada (22€) y tras pedirla nos trajeron a la mesa el ultimo trozo que les quedaba para ver si lo querían entero o lo partían para cocinarlo. El plato según dijeron los compañeros estaba muy bueno y aprovecharon el pan para rebañar la salsa. Las patatas bien cocidas y de tamaño correcto. Por poner un pero la ración un poco justa, desconozco si por ser el ultimo trozo que les quedaba o suelen ser así. Habían agotado varios pescados ese día. Bonito detalle del acompañamiento de los grelos.
Los otros tres pedimos una parrillada de pescado (25€), y al ser tres los comensales nos dijeron que con una y media llegaba…no. Es decir nos cobraron 37,50€ por dos pedazos de abadejo, dos pedazos de raya ,una meiga o similar y tres langostinos, y con eso teníamos que comer tres tíos como tres armarios. Podíamos haber pedido mas pero me pareció un poco caro para lo que nos pusieron. Lo que no podemos negar es que el pescado estaba delicioso tanto por la calidad de la materia prima como por su preparación Punto optimo de plancha y no estaba grasiento. Perfecto.
Llegamos a los postres, en la carta hhabía caseros una tarta de queso al horno y flan de café, siendo los demás industriales. La tarta de queso (3,50€) estaba fresca y tenía muy buen sabor.
El flan de la casa (3 €) tampoco decepciono, buena textura y sabor.
La tarta de orujo (3€) por la que tengo cierta debilidad a pesar de ser industrial estaba muy buena.
La clásica tarta de chocolate (3€) estaba también rica según los golosos del grupo.
La bodega de la casa es corte pero mas que correcta para las necesidades de un cliente normal, D.O. Rioja y D.O. Rías Baixas entre otros. Nosotros maridamos con el siempre excelente Mar de Frades (18€) que es un aliado de primera clase a la hora de acompañar pescados y mariscos. Un vino abundancia de notas frutales, manzana principalmente, muy suave y elegante en boca.
Tengo que hacer una mención especial al pan (0,70€), delicioso. Un bollo del país de corteza ligeramente tostada y crujiente, miga alveolada y esponjosa, una delicia para el paladar. Rebañamos la salsa de las almejas y caldeirada amen de comerlo en crudo mientras esperábamos los platos. Hay que decir que repusieron varias veces el pan y solo cobraron una ración.
Por supuesto había mi querido café de pota acompañado por los reglamentarios chupitos todo ello cortesía de la casa, detalle que es de agradecer. Llegando a ofrecernos una segunda ronda cosa que no hacen en todos los sitios.
Este es el resumen de la visita a Malpica para comer en el San Francisco, buenos pescados y buenas maneras en su tratamiento la cocina pero quizás las raciones un poco escasas para su precio y eso le resta puntos en la valoración final. Desconozco si era por que ya nos les quedaba genero o suelen ser así la raciones. Os dejo una foto de unos percebes , lubrigantes y centollas que tenían de muestra en una mesa por si alguien se animaba.
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