Arde la ría. Meirande, Centro Interpretación Batalla de Rande. Redondela.
Arde la ría, estoy tirado en el baluarte de Rande desangrándome con metralla en la barriga, huele a carne quemada y solo oigo gritos de dolor; decenas de barcos están en llamas o hundiéndose.
Me llamo Pepe de Loureiro y ésta es mi historia.
Mi madre me dijo que nací un cálido día de otoño del año del Señor de 1672 en la aldea de pescadores de Rande. Como mi padre y mi abuelo, aprendí el oficio de la pesca en esta fértil ría de Vigo, donde chocos, robalizas y corujos nunca faltaban en mis redes, gracias a Dios!!!.
A mi madre se la llevaron hace unos años unas fiebres que asolaron la región, mi anciano padre me ayuda en mi barca y aún sabe donde pescar lo mejor de la ría.
Hace dos años conocí en una malla en Redondela a Mariquiña de Cerdeiras, los ojos azules más bonitos de toda la ría y estamos esperando nuestro primer hijo. Era pobre pero feliz!!!. ¿Como he llegado aquí?
Nuestra vida era sencilla, trabajo duro pescando lo que el Señor tenía a bien que cayese en nuestras redes y lo que plantaba mi Mariquiña sachando en la pequeña leira. Hace un mes, llego a la ría una flota de grandes barcos de nuestro señor El Rey, escoltados por otros extranjeros con una bandera azul. ¡Que gran espectáculo todos esos navíos con sus blancas velas!.
El párroco nos dijo que eran franceses y nuestros aliados en la guerra que manteníamos con ingleses y holandeses por un tema de herencias.
Hace dos años murió Carlos II “El Hechizado”, sin hijos, aunque Fray Ramón dice que “non foi cousa do demo, eso pasa por casarse entre familiares, xa o dí a Biblia”.
Dicen que le dejó todo a un francés, Felipe de Borbón que es ahora nuestro Señor, pero un primo suyo austriaco llamado Carlos, dice que quiere todas sus leiras. Me da igual que mi Rey sea francés, austriaco o castellano.
Yo de eso no entiendo, ni quiero entender, quiero vivir tranquilo.
Fray Ramón nos contó que los barcos fondeados en nuestra ría, vienen del Nuevo Mundo cargados de plata, sedas, añil y muchas maravillas más, que unos pobres pescadores como nosotros no alcanzamos a entender.
Llegaron carros de bueyes de toda la región para llevar todos esos tesoros a nuestro señor. El comendador vino de Vigo y nos dijo que teníamos que ayudar con nuestras barcas, que era nuestra obligación. Y así lo hicimos. Mi barca cargada de tesoros que jamás podríamos imaginar. ¡Cuantas veces tuve la tentación de abrir uno de esos cajones y llevarme un lingote de plata!. O unas de esas sedas para que Mariquiña se hiciese un bonito vestido para el día del Patrón; pero soy temeroso de Dios y no está bien robar y menos a un Rey. (Aunque este no sepa quien soy yo ni me ayude a manejar mi barca los días de temporal).
Hace unos días llegaron noticias de Vigo de que una flota de piratas ingleses y holandeses estaban en la Cíes y nos iban a atacar. ¿Que les hemos hecho a esos herejes?.
Al calor de la lareira mi abuelo nos contaba historias de la ultima vez que esos piratas vinieron a robar lo poco que teníamos y habían causado muchos males a las gentes de la ría, así como también los piratas turcos que quemaron Cangas hace muchos años. ¿Que honor hay en matar y robar a unos pobres diablos como nosotros?.
Nos dieron unas lanzas y nos organizaron por cuadrillas. A los de Rande nos mandaron al castillo, me pusieron al lado de un cañón que habían desembarcado de un galeón. ¡No entendía nada!.
Le dí a Mariquiña el poco dinero que nos quedaba y huyese con mi anciano padre a casa de sus primos de Tomeza. Ellos no tenían por que sufrir esto!!!.
Hoy, 23 de octubre de 1702, los piratas nos atacaron por tierra y mar con sus uniformes rojos. Eran más y mejores, yo soy un pobre pescador y no sé de armas!!!. Nos defendimos lo mejor que sabíamos, era una batalla perdida!!!!.
Disparamos todo lo que pudimos al igual que nuestros compañeros del castillo de Corbeiro, en el otro lado del estrecho. ¿Que será de mi primo Xohan de Cangas?. Estaba ahí, ¡cuántas veces nos hemos reído juntos tomando un vino albariño!. Qué buenos recuerdos!!!.
Todo es ruido y confusión. Una granada disparada por el Torbay estalla al lado de nuestra batería. Me duele la barriga, ¡como duele! Estoy muy cansado, voy a cerrar los ojos un momento. Sólo le pido a Dios que cuando despierte vuelva a ver esos preciosos ojos azules como el Mar de Vigo de mi Mariquiña llevando a nuestro hijo…
Ahora que os he puesto en situación quiero que vengáis a visitar Meirande, el Centro de Interpretación de la Batalla de Rande. Situado en las instalaciones de una antigua conservera con mucha historia que perteneció a un alemán que ayudaba a los submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
La ubicación es al pie del puente de Rande y os recomiendo entrar por el acceso a las instalaciones de Puerto Vieira, tras pasar un viejo transformador abandonado y aparcar el coche en la enorme explanada frente al imponente cargadero de Wagner.
Parece que es una instalación privada pero si os fijáis esta señalizado y podéis dejar el coche con toda tranquilidad. El otro acceso es por una pista estrecha y no os lo recomiendo.
Recorremos unos cien metros entre árboles pegados a la ría para llegar a las instalaciones de Meirande donde hay un merendero fuera que ahora mismo necesita una limpieza de maleza.
La entrada es gratuita y mientras bajamos por su rampa podemos observar el colosal Puente de Rande y lo preciosa que es la ría de Vigo.
El museo esta dividido en dos alas, la primera nos cuenta los antecedentes de la batalla y recrea el camarote de un galeón, una batería de cañones y la bodega.
La otra zona nos cuenta más sobre la exploración submarina de los pecios y podréis ver un video de unos 10 minutos de duración muy entretenido sobre la batalla.
Dispone de una cafetería autoservicio en la que sentarse y disfrutar de una bebida con las hermosas vistas a la ría; aunque si hace bueno os recomiendo salir al sol y respirar ese olor a mar.
Una visita que os sorprenderá y os dará a conocer esa mítica batalla rodeada de mitos y leyendas que el mismísimo Julio Verne trató en su libro “20.000 Leguas de Viaje Submarino”.
Os dejo el enlace a su web: Meirande
A mi juicio, este fue el principio del fin del imperio español con la llegada de los Borbones y la desastrosa Paz de Utrech de 1713 que puso fin a este conflicto sobre una herencia.
Al salir, os recomiendo un pequeño paseo a la derecha del museo al pueblo de Rande de donde era Pepe de Loureiro y ver la pequeña playa donde descansaba su barca.
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