Prueba DFSK Seres 3. De Coruña a Sada.
El concesionario Galcar de A Coruña me ha cedido el DFSK Seres 3 para que lo audite y os cuento mis impresiones.
Para poneros en situación hablemos de la marca fundada en 1968, DFSK es uno de los mayores fabricantes chinos y que tiene acuerdos con PSA, Honda y Hyundai para fabricar sus modelos en China.
El Seres 3 es un SUV de 4,38 metros de largo y 100% eléctrico. Dispone de un motor de tracción delantera de 160 CV, un par de 300 Nm y una batería de 53,6 kw refrigerada por líquido que le permite una autonomía de 320 km (WLTP) y una aceleración de 0-100 en 8,9 segundos. (Un detalle importante es que la marca ofrece 8 años de garantía!!!!!.)
Para auditarlo escogí una ruta muy interesante que os resumo a continuación: partí de A Coruña por la costa, parando en Mera para ver sus faros, luego me dirigí hasta el portiño de Dexo con sus vistas a la isla de La Marola, el puerto de Lorbé con sus mejilloneras, la «Perla das Mariñas»: la modernista Sada y para acabar el recorrido, escogí San Pedro de Visma y el Portiño en A Coruña.
En mi primera parada, Mera empece analizando el coche en parado, el entorno del faro y la pequeña playa de A Xunqueira son perfectos para esta labor: la carrocería SUV cinco puertas, con llantas de 18″, suspensión MacPherson delantera y barra de torsión trasera, frenos de disco en ambos ejes.
Estéticamente, es un coche con un diseño bonito (subjetivo), aunque no espectacular. Los ajustes de puertas y capó se ven correctos. Todo abre y cierra perfectamente.
Por poner una pega a su estética, diré que la parte trasera, (para mi gusto), es mucho más impersonal que la frontal.
En cuanto al interior, éste es muy espacioso. Pueden viajar cinco personas sin estrecheces puesto que el fabricante ha preferido ganar habitabilidad interior a costa de maletero. El piso plano de las plazas traseras ayuda mucho para la comodidad de un tercer pasajero y el espacio para las rodillas es grande lo que permite no ir tocando el asiento delantero (algo de agradecer en los viajes largos y para los pasajeros de estatura alta).
Las plazas delanteras son muy cómodas, con unos butacones en cuero sintético con reglaje eléctrico. Sujetan lo justo y necesario. La dirección solo se puede regular en altura y no en profundidad.
El salpicadero esta presidido por una pantalla de 10″, de inspiración BMW donde manejaremos el sistema de infoentretenimiento táctil y algunas opciones de personalización del vehículo.
También disponemos de botones físicos en el centro de la consola y volante para el manejo de las opciones más comunes, como la climatización. Disponemos también de otra pantalla tras el volante con tres modos de personalización que nos transmite toda la información del vehículo como la velocidad, consumo y temperatura de la batería.
Los acabados son buenos, no se percibe ningún mal ajuste, crujido, grillo o similar. Llama la atención el salpicadero en dos capas, la primera como una boina de plástico duro y debajo una segunda mas aparente imitando al cuero con costuras azules. El negro piano solo esta presente rodeando los aireadores y el mando del cambio, tiene pinta de ser resistente. El selector del cambio es una rueda en la consola central de clara inspiración Jaguar que al arrancar sobresale de manera automática.
Un detalle del panel de la puerta es el hueco para botella de 1,5 litros. Plástico duro, un pequeño revestimiento en símil cuero donde están los elevalunas y luz de cortesía.
El maletero es un poco justo con sus 310 litros de capacidad. El fabricante ha elegido habitabilidad a maletero como he dicho antes, lo cual también es una declaración de intenciones de cara al usuario urbanita que no cargará con grandes bultos y siempre le quedará la opción de abatir los asientos.
Os pongo una foto del vano motor donde se ve todo bastante bien rematado y en orden.
En cuanto a su comportamiento, para conocerlo opté por las curvas que nos conducen hasta el encantador portiño de Dexo, desde donde podemos ver la isla de La Marola y como se dice por mis tierras gallegas «Quen pasou a Marola, pasou a mar toda.»
En general, me ha sorprendido para bien. Resulta muy cómodo, su suspensión está orientada al confort del usuario. Los badenes se pasan sin dificultad y los adoquines son pan comido pero no barquea como otros modelos con suspensiones blandas. No es un modelo para ir de tramo pero el comportamiento es noble y no pondremos en apuros el bastidor a poco que usemos el sentido común. Su ambiente natural es el urbano, se defiende muy bien en las congestiones de tráfico (atasco al acabar del partido del Depor) por la comodidad del cambio automático y su buena visibilidad.
En cuanto a la conducción dispone de tres modos de conducción (eco, normal y sport).
El eco es el menos prestacional y busca una conducción muy eficiente y cuando retiene para recargar la batería es más brusco, notándose como pequeños tirones. En el modo sport la respuesta es instantánea y sorprende como mueve los 1758 kg del coche.
Su consumo ronda los 20/24 kw dependiendo del uso que le demos al acelerador. Si nuestro uso es urbano llegaremos a 300 km de autonomía con relativa facilidad jugando con la frenada regenerativa, si nos metemos en autovía o carretera de montaña «a fuego» la autonomía se reduce a unos 200 km, lo que nos permite hacer un viaje Coruña-Santiago, o incluso ir a tomar el pulpo a Lugo con tranquilidad, sin miedo a quedarnos tirados, siempre que juguemos con el sistema de recarga en las frenadas.
Ahora toca la visita a Lorbé, (el único lugar de las rías altas donde hay bateas). Una pequeña cala en la que el monte se abraza con el mar dando una curiosa tonalidad verde al agua donde aprovecharemos para hablar del sistema de infoentretenimiento.
Digamos que cumple sin más, el navegador funciona correctamente pero no se puede ver en la pantalla del conductor, solo en la central. Las transiciones de pantallas son correctas, dispone de bastantes menús aunque con algunas traducciones macarrónicas como un menú «lenguado» que no logré saber que hacía. La calidad del equipo de sonido es bastante buena, me ha sorprendido para bien!!!!. Disponemos de una «dashcam» que graba todo lo que pasa en una tarjeta SD, lo que es un plus de seguridad muy acertado.
A Continuación en Sada me acerco a su puerto, desde donde hay unas bonitas vistas de la ría. Os recomiendo visitarla el sábado por la tarde para disfrutar de su popular feirón o tomar un rico helado por su paseo marítimo y así poder apreciar el equipo de iluminación que es mediante bombillas halógenas, donde los LED no están disponibles ni como opción.
Resumiendo, me ha parecido un coche con un equipamiento muy completo, como el techo eléctrico, radar anticolisión, control de carril, cámara 360°… prestaciones decentes, unos buenos acabados, un comportamiento más que correcto para un uso normal que nos permitirá hacer mas de 200 kilómetros reales sin recargar y con algunos detalles que han de pulir como la falta de iluminación LED o los menús del sistema de infoentretenimiento o unos neumáticos de marca Chao Yang que hice chirriar en alguna curvita cerrada en modo sport.
Cierro el artículo con una fotos desde el mirador de San Pedro de Visma donde vemos la hermosa Coruña y su torre de Hércules al fondo y con la última parada de esta pequeña ruta, que fue en el Portiño donde el Seres 3 casi toca el Atlántico.
Deja una respuesta