El de Alberto. A Coruña.
Habia que celebrar el cumpleaños de uno de los miembros del club y decidimos ir a un sitio con merecida fama, acertamos desde luego. El de Alberto a pesar de ser un local relativamente nuevo tiene detras a un equipo con mucha experiencia en la hosteleria.
El local es relativamente pequeño con una zona en la entrada de mesas altas de picoteo y se abre un poco tras pasar la escueta barra para ofrecernos un comedor sencillo pintado con unas paredes en blanco y otras en rojo sin apenas elementos decorativos. Tras tomar asiento y ofrecernos la carta, el camarero nos la comento, en especial sobre diversos manjares que estaban fuera del papel.
Para empezar a la cena decidimos compartir unas croquetas melosas de lubrigante gallego (10€). La croqueta por supuesto era casera, de un tamaño correcto. En su interior se apreciaba claramente la carne de lubrigante y por supuesto su rico sabor. Y tal como indicaba su nombre son melosas, con una bechamel muy ligera, suave y con ciertas notas citricas.Seguimos con uno langostinos al cava (12€), que me encantaron. El langostino era de tamaño razonable, probablemente un 1, con una salsa como era de suponer al cava y arriesgandome a equivocarme con un poco de mantequilla. Deliciosos.Tras abrir boca con estos entrantes llego el momento de los platos fuertes. Se pidio un solomillo de ternera con foie (18€) el cual segun comento su catador estaba a su gusto servido con unas finas patatas fritas.El entrecot de ternera gallega al Café de Paris (15€) estaba muy bueno, con carne de calidad y una salsa con un toque muy sorprendente. Segun nos explicaron esta preparación se hace con una mantequilla especial semi fundida y una serie de especias. El plato tenia un toque salado aunque con esto no queremos decir que fuera pasado de sal, ni mucho menos.Fuera de carta estaban los platos que vienen a continuación. Empezamos con rissotto negro con carabineros (17€), un buen plato que satisfizo perfectamente al homenajeado. Arroz de buen grano y en su punto con las especias adecuadas para dejar un suave sabor en el paladar.Tambien fuera de carta y fue el plato que tomo un servidor tras machacar a preguntas al amable camarero, un espectacular bonito a la plancha con costra de pan de albahaca, tomate confitado y regado por encima con ligero caldo de pimientos (14€). El bonito estaba muy poco hecho, emplatado en trozos cortados despues de su preparacion. A juicio de todos los comensales el plato fue el mejor de todos. El bonito con ese simple toque de plancha estaba en su punto. Al meterlo en boca deleitaba con su sabor a mar el paladar y la suave textura a la lengua, complementado por el suave caldo y la costra de pan que lo que hacian era realzar el sabor del principe del mar y no matarlo como sucede con algunas preparaciones con tomate. Os lo recomiendo ya que ademas estamos en temporada.
Y toda buena cena que se precie debe acabar con unos buenos postres, se pidio una refrescante sopa de chocolate blanco con frutos rojos (4.50€). Consistia en una liquida crema de chocolate blanco salpicada de frutos rojos como frambuesas, arandanos, fresas.La pota de cafe (4.50€) servida en una simpatica mini pota en la que en su fondo se encontraba una gelatina, crema de cafe con una capa de espuma similar a la del café de maquina. Un coulant relleno de chocolate caliente acompañado de sorbete de mandarina (4.50€), al abrirlo soltaba su salsa de chocolate calentito sobre la cama de del frio sorbete haciendo un contraste entre el frio y citrico sabor del helado y el caliente dulzor del chocolate.El local dispone en su bodega de unas cincuenta referencias de diversas denominaciones de origen que sin duda satisfaran a cualquier aficionado a los vinos. Nosotros nos decantamos por un Somontano tinto (hay vida mas alla de Rioja y Ribera del Duero), Viñas del Vero Gran Vos reserva 2006 (19€). El vino fue correctamente servido decantandolo en nuestra presencia antes de pasar a las copas. Es un vino en el que como todos los reservas es conveniente que se airee un poco antes de degustarlo para que desarrolle todo su potencial. Predominan las notas a roble cosa logica debido a sus 18 meses en barrica y taninos equilibrados, con muy poca acidez y esas notas a frutos rojos de muchos tintos.El pan era un mini mollete(1€) podemos definirlo como normal, a la vista tenia buena presentación pero al ser ultima hora estaba ya un poco blando.Un lugar muy recomendable con una base de cocina tradicional pero con un pequeño toque propio. Los precios son correctos de acuerdo con el producto ofrecido y quisiera señalar la amabilidad del personal y su explicacion de los platos para guiar al comensal en su elección. Si vais no os arrepentireis.
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