Rigoletto, Vilaboa. Culleredo
Como no todo va a ser marisco hoy me apetecia hablaros de un italiano. Nos encontramos ante un pequeño y coqueto restaurante que se encuentra en el nucleo de Vilaboa en las cercanias de Coruña.El restaurante tiene un ambiente muy acogedor. Poquitas mesas, decorado en colores pastel y con una musica de lo mas agradable tipo M80 o musica ligera italiana.La carta es bastante extensa a pesar del tamaño del local. Logicamente abundan las especialidades italianas. En los entrantes escogimos una ensalada, que como vereis es una racion muy generosa. Recomiendo las croquetas de chipiron en su tinta las cuales me sorprendieron muy agradablemente y como extravaganza las bolitas de parmesano.
La ensalada Lido (6.80€) constaba de atún, gambas, cebolla, lechuga y aceitunas
Croquetas de Chipirón en su tinta (7.90€). Con un sabor sorprendente y muy jugosas. El color negro es a causa de la tinta del chipirón.
Como platos principales se tomaron unos Scalopines al limone(9.50€) en este caso no estaban muy afinados ya que el sabor del limón era demasiado fuerte si bien la textura de la carne era mas que correcta.Unos tallarines boscaiola(7.50€) que personalmente me gustarón muchoSpaguetti carbonara más que correctos.Y para mi lo mejor del local, las pizzas. Con la proporción adecuada de masa e ingredientes. Hay que destacar que no estaban quemadas como por desgracia ocurre en muchos locales ni son solamente una masa hecha con harinas de dudosa calidad.
Pizza Marguerita(7.90€), aqui se ve si es donde un local tiene buenas pizzas ya que el sabor de la pizza lo ha de aguantar la masa, el tomate y el queso y no el resto de los ingredientes que disimulan una mala base.Otra pizza un poquito mas completitaLos canelones arrabiata de espinacas estaban un poco picantes lo cual tapaba en exceso el sabor del resto de los ingredientes.La carta de postres. Lamentablemente algunos de los citados en la carta no estaban disponibles.Nos decidimos por un sorbete de limón, de un sabor fresco y muy untuoso en la lengua.La bodega con las tipicas referencias en cuanto a riojas, lambruscos y demas. Por variar un poco nos decidimos por un tinto de Toro de la Bodega Fariña que marido a la perfección con los platos escojidos, especialmente para compensar el picante de los canelones.
En resumen un agradable restaurante italiano con una cocina comoda y honesta con el cliente tipo de los italianos. El tipico lugar comodin que cuando decides ir a cenar o comer de improviso con unos amigos /pareja y no sabes donde ir y te salva la velada con una relación calidad precio más que aceptable.
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