De San Vicente a la playa de Con Negro. O Grove. Pontevedra.
La muralla del Atlántico fue un conjunto de defensas creadas por Rommel en Francia para defenderse de la invasión aliada. En Galícia, concretamente en O Grove tenemos nuestra mini muralla que os quiero descubrir. Os propongo una ruta de fácil acceso y que os puede llevar sobre dos horas como mucho. Se puede hacer con calzado normal aunque nos cruzamos con alguna que iba de minifalda y taconazos, cómoda no se la veia pero guapa sí.
Para llegar antes de llegar a O Grove, al pasar el istmo de A Lanzada no desviamos por la PO317 hacia San Vicente. Tras pasar el pueblo fantasma que es San Vicente fuera de la época estival nos metemos a la izquierda junto a un edificio raro que es una de esas iglesias modernas de los sesenta sacada de una película de Paco Martínez Soría. Si estamos en verano os recomiendo dejar el coche ahí, dudo que podais aparcar mas abajo. Esa calle baja al mar, hacia El Naútico, un local emblemático de conciertos a pie de playa.
Ahí tenemos una pequeña explanada en la que dejar el coche en invierno, en verano seria una misión imposible a cargo de Ethan Hunt. Partimos de ese paseo de madera hacia la derecha no sin antes sentarnos en el banco y ver la ensenada de A Lanzada y la vista de las Ons.
Siempre me gusto como este paseo de madera se integra con el paisaje formando un todo simbiotico con este paraje natural.
Nos alejamos de la civilización, de las construcciones de cemento y uralita, escuchando los sonidos del mar rompiendo contra las rocas o el lloro de alguna gaviota solitaria.
Alguna solitaria cala de aguas transparentes escoltada por milenarias moles de piedra desde las que podemos subir a ver nuestros sueños más alla del mar.
El camino nos sorprendera con formas de antiguos animales mitológicos que se han transformado en piedra por arte de algún hechizo de una meiga despechada con el mar por haberle arrebatado a su amante.
Llegaremos al final de la senda de madera en una preciosa playa en cocha de aguas tranquilas pero frías. Ahí empieza nuestra muralla, veremos las alambradas de la zona militar. Hay camino entre las alambradas y es de dominio publico.
Estaremos al pie de los bunkeres camuflados entre la naturaleza y asomando las imponentes piezas de 155 mm que vivieron mejores momentos. La herrumbre y la dejadez están haciendo mella en unas instalaciones en plena decadencia lo cual le da su punto de belleza decadente, pero esta prohibido entrar dentro por si no os disuaden los carteles y alambres de espino.
Seguimos entre los cons de caprichosas formas y pequeñas calas solitarias en las que sentarnos y disfrutar de los sonidos de la naturaleza y repirar un poco de paz. Al atardecer veremos hacia la derecha como se enciende el faro de la isla de Sálvora que ha guiado a tantos bravos marineros de vuelta a casa a los brazos de sus mujeres y tambien ha sido el ultimo adíos de miles de emigrantes hacia américa en busca de un futuro, ¿quien sabe si mejor?
Por último llegaremos a la zona de Con Negro donde otro castillo de piedra separa dos preciosas calas en las que podemos disfrutar de un pequeño descanso donde vuestros pensamientos fluiran libremente y encontrareis las respuestas que estabais buscando. si no es así puede que esas preguntas no tengan respuesta, por lo menos hoy. Mañana puede que si.
Si os sentis con ganas podeis seguir explorando hacia adelante por las distintas calas y playas hasta llegar al pueblo del Grove pero para nosotros ya era suficiente por ese día. un consejo, ver la puesta de sol en un día claro es sorprendente. La paleta de colores que vemos sería la envidia del mismísimo Turner, esos dorados que tornan a rojo mientras en la parte superior el azul celeste va degradando a negro…¡maravilloso!
Deja una respuesta