Oido Cocina, A Coruña.
El domingo habia quedado para comer con dos buenos amigos y no teniamos ganas de hacer kilometros. Tras pensar en un sitio bueno, bonito y no muy caro (que no es lo mismo que barato) tome la decision de llevarlos al Oido Cocina. Este local se encuentra en una situacion privilegiada, a escasos metros de la Plaza de Maria Pita. Tiene acceso tanto por Riego de Agua como por La Marina donde suele montarse una pequeña terraza con vistas a los jardines y la darsena.
Entrada por La MarinaEntrada por Riego de Agua.Y a un paso de Maria PitaMe decidi por este local que ya conocia de anteriores visitas por su emplazamiento centrico y por que sus precios son bastante razonables para la zona. El local consta de dos plantas. Un semisotano en tonos claros muy luminoso y agradable.Y una entreplanta en la misma linea decorativa donde se encuentra el otro comedor junto a los baños y la cocina del local. Mesas con mantel de tela y cuberteria Jay ( gracias Pablo, estaban bien hechas ) de las que cortan y ademas fabricadas en Galicia.Hablemos de la carta, la cocina que ofrece es mas o menos tradicional y con unos precios medios de 7€ los entrantes, de 10 a 18€ los platos principales y los postres de 5 a 6.50€. En anteriores ocasiones habia probado el solomillo de buey a la miel (17€) , y el pollo Strogonoff(esta vez fuera de carta) y me habian parecido más que razonables. Quiero señalar que el lugar ofrece unos menus para grupos a unos precios razonables y que por su localización permiten despues desplazarse a las zonas de copas sin necesidad de coche.
Tras ojear la carta y ver que ofrecian un «menú fin de semana» por un precio de 15€ nos decidimos por este (maldita crisis). Me parece una iniciativa muy loable en estos tiempos de crisis ofrecer estos menus con lo cual el restaurante gana ya que vende y los clientes tambien ya que nos podemos permitir salir de vez en cuando. El menú constaba de tres primeros ( Potaje de garbanzos, champiñones rebozados, ensalada queso fresco) tres segundos (Secreto con aceto balsamico, rodaballo a la plancha, risotto de zamburiñas y langostinos) y tres postres (Tartaleta melocotón, tarta tres leches y trufas)
Para empezar y a mayores del ménu pedimos unas zamburiñas a la plancha(9€) para compartir. La ración constaba de seis unidades con la tipica salsita de aceite y toque de balsamico y al entender de los comensales estaban muy buenas.Y despues ya empezamos con el menú, los tres nos decidimos por los champiñones rebozados. La ración era de un tamaño normal, con los frutos de buen tamaño y cortados a la mitad. Estaban rebozados en una especie de tempura, acompañados con una salsa de mayonesa y soja con unas hojas de rucula.Como plato principal Ricardo y yo tomamos secreto con aceto balsamico. La ración venia cortada en tiras y desde luego era abundante. La acompañaba como guarnicion dos «patacas ca pelexa» hechas al horno y envueltas en papel de aluminio. El plato estaba correcto de sabor y textura pero la faltaba ese punto como para calificarlo de muy bueno y que te hace recordarlo años despues.Eva se decidio por el Risotto de Zamburiñas y Langostinos, el cual estaba tan rico como su buena pinta hacia suponer. Eso si, servido como dijo Ricardo con su gran sentido del humor en un plato tipo Ovni.Los postres…quizas lo mas flojo del menú. Se pido la tarta tres leches, (se hicieron muchos chistes sobre el tema) que consistia en un bizcocho hecho con leche evaporada, leche normal y leche condensada con una capa de merengue por encima y un poco emborrachado. Para mi gusto el fallo era que tenia una consistencia un poquito mas dura de lo recomendable en este tipo de bizcochos. La tartaleta de melocotón era eso, una tartaleta con unos gajos de melocotón en almibar, Por ultimo el que quizas era el mejor, una bola de helado de fresa servido con una galleta Lottus y en un recipiente en forma de cucurucho de lo más original. Este helado no estaba en el menú pero nos lo pemitieron cambiar sin ningún tipo de problema ni sobrecoste.El pan, punto muy importante, era tipo bollo del pais y con buen sabor. Nada de panecillos de frigo congelados como en muchos restaurantes de ringo rango.De la bodega poco os puedo comentar ya que esta vez no tomamos vino, pero por experiencias anteriores os puedo decir que tiene las tipicas referencias y con precios razonables.
En resumen nos encontramos ante un restaurante centrico y con unos precios razonables (para lo que es la zona) sin disminuir la calidad de la comida ni del servicio lo cual en los tiempos que corren tiene mucho merito. Os lo recomiendo especialmente si vais en plan grupos y para despues tomar unas copas por su situación centrica.
Gracias Eva y Ricardo.
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