Taberna Belga, Braga. Portugal.
Hacía tiempo que María de Desayuna Coruña me había hablado de que en Braga preparaban unas excelentes francesinhas en la Taberna Belga y no estaba equivocada. Vamos a hablar primero de que es una francesinha ya que es probable que muchos no sepáis que es. Es un invento de la cocina moderna portuguesa muy popular en la zona de Oporto y que se ha extendido por todo Portugal.
Se trata de un sándwich de pan de molde relleno de carne, bien puede ser un pepito de ternera, cerdo, embutido, huevo…lo que se os ocurra. Todo ello con queso y que luego se suele gratinar. Al ser un plato light se suele ahogar en una salsa con un ligero toque picante que le da una gracia final. La costumbre es acompañarlo de patatas fritas bien en un bol separado o en el mismo plato. He visto diversas variantes.
Hablemos de la Taberna Belga, mejor dicho de las Tabernas, ya que son dos locales situados en un barrio residencial de la bonita localidad de Braga separados por unos cientos de metros. Su especialidad son las francesinhas y no las vendes, las despachan. Llegamos a las 12 que es cuando abren y ya había gente haciendo cola. Tras marcharnos una hora después el local seguía abarrotado y con gente haciendo cola.
El local es acogedor siguiendo la linea de una cervecería tradicional y de hecho posee varias marcas de cerveza que maridan a la perfección con este plato tan “frugal”
La francesinha es de tipo tradicional rellena de carne y se sirve con la salsa calentita en una jarra separada para regar la francesinha a tu gusto.
El interior de la francesinha es contundente como podéis ver y regado por la excelente salsa ya es perfecto por que evita que se haga seco.
Os recomiendo mojar las patas que se sirven separadas en la rica salsa con un toque picante y la cual intuyo que esta hecha con cerveza.
Iba con las expectativas altas pero la verdad que superaron lo que esperaba y como bien dice María: “después de probar esta francesinha las demás ya te parecerán flojas”. Si andáis por Braga, que no en, merece la pena salir del casco histórico y visitar esta cervecería para tomar la que probablemente sea una de las mejores francesinhas que he probado. Ahora entiendo por que Puigdemont se ha ido a Belgica, a tomar francesinhas… 😉
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